...porque entre las idas, venidas y avenidas, mejor ser luz ida que lúcida.

El depredador interno

El depredador interno, está ahí, acecha, llega en diversas formas, disfrazado de la que más tú aceptas, de la que más crees que es tu forma y no ves lo que hay detrás, o
peor.
Lo ves,
pero lo niegas, te haces súper mujer y con pecho por delante enfrentas las consecuencias,
hasta que te golpeas,
los huesos no son lo que querías, sino lo que siempre te han dicho que son… pero no bailaste el ritmo, porque creíste que no tenías el sabor en las caderas, porque comparando te perdías en la coreografía y los pies se te enredaban aunque con sus brazos igual se veía lindo...
El depredador interno nace contigo. ¿Podrás aislarlo? ¿Podrás aniquilarlo?
Quizás sí, quizás no. ¿Qué importa? Quizás basta no darle tanta importancia, no mirarlo, no escucharlo, no repetirlo, no alimentarlo…

Así son algunas reflexiones cuando por fin leo este libro. Porque así son los procesos, tienen sus pasos, sus momentos, sus lugares y por más salvaje que la loba se crea, la naturaleza salvaje también tiene un orden, un límite y un poder de superar dichos límites, aunque en el camino la devoren.

“Aunque a veces parece que la vida sería mucho más fácil y menos dolorosa si todos los seres humanos nacieran totalmente despiertos, ello no es así.” Pero siempre tenemos el potencial y es responsabilidad nuestra el despertar, nutrir, fortalecer ese potencial.


“Todas las criaturas tienen que aprender que existen depredadores. Sin este conocimiento, una mujer no podrá atravesar su propio bosque sin ser devorada. Comprender al depredador significa convertirse en un animal maduro que no es vulnerable por ingenuidad, inexperiencia o imprudencia.” Así el obtener conocimiento se vuelve más que una tarea propia de la hablidad intelectual; es una necesidad de sobrevivencia para tener las herramientas y desarrollar las estrategias (¿competencias interculturales, competencias interpsíquicas para el traspaso de una fase a otra?) de observación interna, reconocimiento de las partes que nos componen, categorización de lo que vale la pena y desecho de lo que es inútil. Pensamiento inútil que sólo construye arquitecturas mentales intrincadas que impiden la llegada a un núcleo valioso y numinoso que debe expresarse.


“Formular la pregunta apropiada constituye la acción central de la transformación no sólo en los cuentos de hadas sino también en el análisis y en la individuación.” Dentro del espíritu investigativo, la curiosidad es partera de la pregunta y la avidez por aprender. No es el placer frívolo de quien sepa más o mejor, sino el gustoso acto de humildad ante las enseñanzas que obtenemos desde nuestro fuego interno hasta la interacción con lo externo. La pregunta es guía en estos encuentros. Es llave y es bastón si chocamos con el obstáculo, la puerta cerrada, mis anhelos y profundidades descuartizadas en un cuarto oscuro maloliente, la maleza peligrosa que perturba un camino y te hace titubear.


“Los sueños son portales, preparaciones y prácticas para la siguiente fase de la conciencia, la del día siguiente del proceso de individuación.” Siempre me he preguntado de dónde vienen los sueños y qué pueden significar, sobretodo cuando la emocionalidad sentida tiene tal fuerza, las imágenes son tan vívidas y las sensaciones junto con el lenguaje es tan inteligible. ¿Quizás encuentro una respuesta con esta frase? ¿Quizás dentro de mi casa mental todos sus habitantes son expresiones de debates, diálogos, disfraces internos que aún no sé dilucidar?


No obstante, un lugar de este bosque donde aún mirando un árbol de ciertas ramas, sigo reflexionando:
El depredador de una psiquis compleja. Nada es como pensamos, pues…
¿hasta qué punto podemos reconocer nuestro depredador de una exacerbación del ego?
¿hasta qué punto la mujer salvaje no se confunde también con una depredadora de los deseos/intuiciones de una otredad?
¿hasta qué punto un desear interno no es un capricho egotista para salvar una autoimagen individual?


No importa. Mato al depredador, pero no bajo la guardia. Reconozco las capacidades de este tumor llamado Razón y sé que buscará las gemas para volver a engañarme… Respiro profundo. Mis energías se concentran.

El amor como una ilusión


¿Y qué es el amor sino otra forma de ilusión?

¿Acaso podemos darnos cuenta de la fina tela que desvela una realidad de la otra?

¿Nos es posible siquiera aceptar quizás que lo visto es la mera proyección de un deseo personal que mágicamente se materializa?

¿En qué momento todo se desarma y desvanecido revela su oculta identidad?

¿Cuándo dicha entidad expresa su ser con su estar sin querer o anhelar?

Así me recojo por pedazos, pieza a pieza, vértice a vértice y trato de reconstruir la figura como espejo quebrado. De un ángulo encuentro la figura, del otro veo retazos, de aquel hay otra irreconocible cosa, de este veo un reflejo y veo una voluntad. ¿Con cuál me quedo? ¿Cuál guardo como tesoro valioso de promesas pasadas y futuras? ¿Cuál permito que se desarrolle? ¿Cuál será canción que cantemos juntas, aunque haya disonancias?

¿Y qué es la vida sino es sueño, si los sueños sueños son y nosotros estamos destinados a soñar como si viviéramos…?

15 de Octubre, 2017