Una
maldita primavera.
“Querido
Tzatzyki, tengo una esperanza bien fundada en comenzar a sentir los
síntomas de mi tan preciada y odiada humanidad: la alergia. Incluso
en un desespero por dichas molestias estoy consumiendo con la
regularidad de una pastillita diaria mi antiestamínico favorito, a
ver si al menos por sugestión llega la primavera a las ventanas de
mis fosas nasales.
Contemplo
el mundo globalizado, recuerdo el Gran Poder y la Gran Guerra
Patriótica, extraño mis manos frías y el hielo, ahorro para
comprarme un celular con pantalla one-touch-pad
y
sigo consecuentemente los avisos místicos. Pero
aún los árboles no entran en esa fase tan promiscua de la
polinización, ¿estaré haciendo algo mal? Al igual que el voyerista
patético que no deja de observar los medios de masa (qué comí,
dónde viví, si escuché o no el final del radio-teatro gay...),
ansío con nostalgia infantil que las pelusitas asesinas surquen los
aires, se introduzcan en mi sensibel
pituitaria, me provoquen esas temibles gargarantas y me ahogue en
estornudos de agresiva intrusión de elementos externos
hostiles
en mi sistema inmunodeficiente.
Pero
una vez más mis deseos no los consienten las Moiras estacionales y
como Baco no se embriaga, todavía yo no puedo maldecir.
Tú
me comprendes, hoy en día no nos podemos permitir estos estados de
contención. ¡Qué nostalgia de vertederos y circos ambulantes! Creo
que me vuelvo a enamorar...”
Villa
Comtal,
año
indefinido de un día borroso.
Ay
ay ay
break
the black ice
break
the black ice
in
this curse
in
this kiss...
por
fin, la explosión, respiro, sí, vienen, vienen y vienen,
más,
otra vez, ya
¡¡¡AAAATCHÚS!!!
1 comentario:
qué bueno cuchilla de tenerte otra vez en el ciberespéis... siempre tuya
Publicar un comentario