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Cuando
me seco el cabello, se me cansan los brazos de sostener el secador.
Después
de la sección de cartas
al lector,
justo antes de la sección parejas
buscan parejas,
La Couteau leyó un titular sobre el misterioso asesinato en la calle
56. Había una curiosa alusión al
miedo del portero ante el penalty,
por lo que quiso indagar más, pero al ver la foto del siniestro,
sólo hubo una mueca de fastidio. Con un suspiro y ahuyentando una
mosca imaginaria en su imaginario alérgico antebrazo, dio vuelta la
página y los ojos volvieron a dar vueltas entre palabras con
romadizo.
“Quiero
conocer uniformados, soy buena moza y me gusta bailar” (bendita
sean las mujeres sadomaso)
“Me
gustaría conocer hombre sin vicios ni traumas” (a
mí también, pero para ser sincera…)
“Sólo
para hombres de una cierta cultura sin compromiso y presencia
armoniosa” (¿una
cultura sin compromiso?)
“Busco
solvencia” (¿eso
tiene que ver con el solvente que uso para sacarme la pintura de las
uñas de mis pies?)
“Quisiera
conocer una persona (mujer) con carácter particular” (particular
el paréntesis)
“Busco
alguien que me quiera” (¿para
qué?)
“No
soy como el resto de degenerados de abajo” (sino
como los de arriba, imbécil)
“Mujer
profesional busca amiga para fantasías mutuas” (todo
es una eterna fantasía…)
“Hombre
gracioso quiere que le entreguen cariño” (otro
perro abandonado en la calle…)
“¿Eres
más activo que pasivo? Llámame” (----)
Otra
mosca revoloteaba en los aires imaginarios de los párpados. La
Couteau sin tolerancia pasaba a otra página, otro tipo de búsquedas.
Finanzas,
horóscopo, entretenimiento, pronósticos del tiempo, más cartas de
problemas que “necesito que otro resuelva por mí” -incluso hubo
alguien absurdo que se quejaba de su estado físico, pidiendo
consejos deportivos para fortalecer sus brazos-, compra y venta,
amarillismo, sensacionalismo,
y
gente extraviada.
“Hasta
ahora se desconoce su paradero. Desapareció el jueves santo
pasado
mientras iba en bici según quienes la vieron después de haber
gastado toda su economía en un barucho tradicional. Sólo se han
encontrado páginas sueltas de lo que parecen ser notas de lisérgicas
visiones. No se encuentra el título y apenas se alcanza a distinguir
una entrecortada dedicatoria. El biciclo fue hallado como cuerpo
masacrado, sin ruedas y sin asiento; el marco ligeramente desdoblado
y un claro mensaje de que aquí hubo un choque. No obstante, todavía
se halla desaparecida, desapercibida, desesparcida la biclista. Por
favor, si alguien ha visto a Clara Rockmás, vaya al centro
asistencial más cercano o llame ya directamente al (109) 876-54-32.”
…Y
ahí estaba, los dientes raídos, la mirada de romanticismo
decimonónico,
una
figura de perfomance, una mano con el cayo del lápiz.
-¿Cómo
rayos es llama?
-¿Cómo
rayos se llama?
“Give
my love to Marlboro no-light
¿o
quizá debiera decir Clara
Rockmás?”
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