Soy lo que soy y quien soy.
Soy trans, transcultural.
Soy sólo otra chica en este mundo, como dice la canción.
Soy siendo, lo que no es fácil de definir.
Soy porque me enseñaron a reconocer mi ego.
Soy, eres, es, somos, son.
Soy ...., hija de mi padre y mi madre.
Soy la sangre de mis ancestros.
Soy una herencia actualizada.
-julio, 2014
Se considera el ego la actividad mental constante, y a menudo frenética, que sólo puede existir en base al pasado y a las expectativas del futuro. Si el ego está dominado por el pasado, sufre estados depresivos; si está dominado por el futuro, vive en un estado de ansiedad. Hay que eliminar el ego.
-2019-
Hoy es 17 de noviembre y mañana se cumple 1 mes de esta rebelión ciudadana, recordándonos que aun el agotamiento social sufrido por los abusos de un sistema hecho trizas, queda siempre el agenciamiento desde abajo para tratar de subvertir los poderes y así dar un giro histórico al desarrollo de una nación.
La rebelión es mestiza, despojada y furiosa. La sociedad no busca la paz ni representatividad en figurines que durante 30 años y más fueron mellando su credibilidad, permitiendo así el caldo de cultivo para la deslegitimización de un sistema que NO funciona. Es la actual crisis chilena, una crisis social, política y -lo más opresivo- de Derechos Humanos.
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17 de noviembre 2020 y amanecemos con una acusación constitucional al tercer ministro del Interior (Víctor Pérez) rechazada por el Senado. Lo único válido de esta acción es manchar ligeramente la ropa de político de derecha y que por conveniencia renunció al cargo tras 3 meses de desastre. Iniciada dicha acusación, el personaje tira la toalla -pues no le da, pues una vez más la mirada internacional, pues el giro populista hacia el respeto a los Derechos Humanos gubernamental que seguirá sin respetar- y es reemplazado por otro que hasta ahora ha mantenido bajo perfil. Estaremos atentis a lo que hay, lo que se esconde, lo que se disfraza, lo que se muestra, lo que se busca.
Dos días después, hoy, 19 de noviembre, otra renuncia y otro reemplazo. El responsable de Carabineros -Mario Rozas- protegido, avalado, justificado y recomendado por este Gobierno, deja por fin su cargo tras nuevos actos de matonería institucional. Efectivos de la policía chilensis hicieron disparos dentro de un recinto del Sename (Servicio Nacional de Menores, espacio ampliamente cuestionado por el abandono prejuicioso y totalmente conveniente a los intereses de un Estado sin consciencia social) e hirieron a dos menores. Hay personas que buscarán siempre una explicación para validar el uso de la violencia, criminalizando la infancia del vulnerable, pobre, marginado, excluido, outsider. Hay personas que ven el trasfondo de esta realidad: un sistema capitalista podrido que sigue cavando su propia disfuncionalidad en cada muertx/heridx/violentadx que deja. Veremos las continuidades y rupturas que broten de estos cambios de personajes en un tablero ya tan tan tan mancillado.
El gobierno intentó lavarse la cara, pero sólo alcanzó a maquillarla con
pintura de muy mala calidad, así que inmediatamente levantado el Estado
de Excepción, la represión fue en una escalada de más y más violencia
hasta dejar en la actualidad (15 de noviembre) cifras desahuciadas de 22
muertes, 217 personas mutiladas en su visión (pérdida de un ojo por el
uso de perdigones hechos de goma, plomo y otros materiales), 58
querellas de violencia sexual y miles de detenciones arbitrarias,
lesiones, afecciones físicas producto del uso desmesurado de bombas
lacrimógenas y gases tóxicos (gas pimienta), así como múltiples golpes
sicológicos a una población que ejerce su legítimo derecho a la
protesta, sin saber siquiera cómo saldrá de ella.
Mientras
tanto, la política desde arriba decidió cambiar la estrategia del
discurso violentista (“estamos en guerra”) a un discurso displicente que
pretende negar (y criminalizar) todas las demandas estructurales, inserta el
discurso de “volver a la normalidad”, busca dilatar o justificar
cualquier responsabilidad institucional y apunta al agotamiento de los
agotados bajo el conocido lema “pueblo contra pueblo”: la mitad de la
población que carece de contrato ha visto deprimidos sus ingresos
diarios y frente a la preocupación económica de quienes no pueden llevar
a cabo sus actividades laborales regulares, el gobierno ha esperado que
ellos se enardezcan contra quienes se manifiestan y así tergiversar la
crisis, como si fueran ellos quienes han desestabilizado el país y no
los 30 o más años de temible desigualdad estructural que tenían a una
población adormecida en un conformismo vendido y un panfleto
publicitario de “estabilidad económica”.
Pero una vez más, se ha
demostrado la ineptitud política, la ceguera gubernamental y la
desafección del Estado con la Nación: las marchas son diarias, se
iniciaron cabildos/asambleas territoriales de debate público, la
colectivización de los problemas individuales son ahora diálogo
cotidiano y la denuncia de los desmedidos abusos de la autoridad cada
vez son más fuertes.
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Hoy es 16 de noviembre del 2020. Hace unos días Gustavo Gatica, una persona hecha emblema de la denuncia y una violencia desmedida, absurda y totalmente innecesaria por parte de la vilipendiada institución de Carabineros de Chile; así como un muchacho que perdió uno de sus ojos, la vista cegada por tal violencia, escribió un mensaje en las redes sociales expresando su alegría de ser y estar. La foto de tal mensaje es su rostro sonriente, feliz. Una burla a quienes creyeron que con un perdigón lo callaron, lo castigaron por manifestarse, lo "mandaron pa' la casa"... cuán errado es el pensamiento absolutista, cuánta ignorancia en quien no reconoce la lucha por un ideal, cuán agresiva la voz que intenta cegar la juventud.
La pandemia ha mellado la sociedad, sin duda. Hay quienes creen que el plebiscito es una burla al pueblo. Otros insisten en que el estallido se ha debilitado y la institucionalidad podrida, ahora con un giro populista para salvar el año que le queda a este gobierno, ha vuelto a imponerse. Quizás sí, quizás no, eso sólo lo decidirá el tiempo y la capacidad ciudadana de seguir despierta.
Tras 1 semana, hoy sábado 26 de octubre han decidido levantar el toque de queda y anuncian mañana salir del Estado de Excepción, tras llamados desde el extranjero a miradas internacionales (comisión de la ONU, Amnistía Internacional) para intentar avergonzar y confrontar con la acusación de uso sistemático de la violencia estatal, es decir, otra forma de hablar de terrorismo de Estado y, por lo tanto, una nueva dictadura.
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Ayer fue 25 de octubre del 2020, día domingo en pandemia, pero con la capital y varias comunas más del país fuera de cuarentena. Amaneció algo fresco, nublado casi con aires de llovizna. Fue un despertar algo lento, pero lleno de emociones, expectativas, esperanzas, sonrisas, preocupaciones. Más tarde, salió el sol y fue un día hermoso.
Ayer fue el día del plebiscito y a las 9:52pm con casi la mitad de las mesas revisadas, el apruebo estaba en casi 78% de los votos, mientras que el rechazo en el 22%. El camino está claro y lo que se viene es kalle. El presidente hizo un discurso cargado de cinismo y sorna, lavándose la cara hipócritamente y usando palabras que ni entiende ni comparte (democracia, unidad, derechos) …Nada distinto de lo esperable de un gobierno que constantemente ha criminalizado cada acción de legítimo ejercicio del derecho a la protesta y exigir un país mejor, más digno, más equitativo, más justo.
En el último mes han pasado muchos eventos: el COVID ha mermado, pero no tanto; se iniciaron acusaciones constitucionales contra el nuevo ministro del interior; hablaron de llevar a cabo un nuevo 10% de las pensiones para la población; se celebró un año del estallido social; 2 semanas antes un carabinero empujó a un manifestante por el puente Pio Nono, casi matándolo al caer al río; han pintado la estatua de Baquedano múltiples veces; encontraron un carabinero inflitrado en Lo Hermida, incitando a la violencia; quemaron 2 iglesias, siendo una la de los señores del "órden público" y descubrieron que hubo un marino involucrado en tal incendio; el ministro de salud culpabilizó a los manifestantes de futuros brotes de COVID por la concentración de 25 mil personas en pza Dignidad; dijeron que un youtuber venezolano madurista ("comandante Carvajalino") había orquestado la guerrilla intervencionista en el estallido del año pasado, de lo cual poco después se retractaron; indicaron que para ir a votar necesitabas tu lápiz azul personal, pues en caso contrario no votabas… Entre absurdos, pataletas, ridículos públicos y juegos de adolescencia sin proyección alguna, junto a reivindicaciones de una lucha política que hoy toma otro cariz.
Fue el plebiscito. Un momento histórico para esta sociedad. Una oportunidad única de elegir una nueva constitución y así lograr -quizás- terminar con un proceso de transición a una democracia con un real estado de derecho, en que los pilares de la dictadura puedan -ojalá- tambalearse y derrumbarse. Hoy comienza un cambio de paradigmas, en que el país ciertamente no dejará de ser lo que es, pero tampoco podrá seguir siendo lo mismo de los últimos 40 años. Necesariamente, habrá algo distinto... y eso es lo hermoso de esta política-ficción que se ha iniciado: podemos escribir algo nuevo.
Que los resultados bordeen el 80% de apruebo convención constitucional es una bofetada monumental a todos aquellos quienes no creyeron en el movimiento social, a quienes dudaron que este país había despertado, a quienes pensaron que el estallido fue una pataleta de gente hastiada y sin más que hacer, a quienes desconfiaban de que esto fuera “realmente real”, a quienes criminalizaron las protestas, a quienes justificaban los atentados a los DDHH, a quienes hablan de “violentistas”, a quienes lloran por una iglesia, a quienes decían “esta no es la forma”... y una oportunidad de reflexión a quienes dudaron en votar, a quienes no fueron a votar.
En el extranjero, el apruebo estuvo entre un 95-98%.
Aunque de un universo de 14 millones, la participación fue un poco más del 50%, al menos de esos 7.5 millones de votantes el 78% expresó en las urnas su opción: re-pensar este país, proponer algo distinto como Estado, cambiar el status quó. "Podría haber sido más", dicen los que buscan el tropezón, y claro que quisiéramos mucho más, pero los procesos históricos nos demuestran sus tiempos y la política es un debate constante, una lucha de poderes, con argumentos, con participación.
No deja de ser simbólico este triunfo, ya que esto fortalecerá aún más la vigilancia ciudadana a lo que pase en esa clase política que ya no es intocable. No dudo que las próximas elecciones serán aún más masivas.
Eran las 10:48pm del día de ayer y en las calles sonaban tambores, bocinazos, gritos y emoción… “y va a caer, y va a caer…” En plaza dignidad hubo una aglomeración de gente celebrando, Pza. Viña estuvo llena también, Valparaíso se desbordó. La sonrisa en mi rostro es de una profunda alegría.
Confiemos en los movimientos sociales y su gente. No hay vuelta atrás... "pa' atrás ni pa' coger impulso!" reza el dicho. "Con to'o, si no pa' qué" canta la canción.
Y no perdamos de vista al enemigo: ahora más que nunca la kalle será nuestra.
El día viernes 18 de octubre llegó mi madre de 76 años junto a mi sobrina de 11 años a mi casa en Viña del Mar para pasar el fin de semana. En la noche, las 3 generaciones estábamos viendo en la tele las imágenes de lo que el gobierno ha llamado “vandalismo” (posteriormente “organizaciones criminales”, “extraterrestres” e intervención de Maduro y Cuba). Esa medianoche, el presidente declaró Estado de Emergencia en la capital y nuestro despertar el sábado estuvo cargado por múltiples fantasmas del pasado. Justo ese sábado 19 teníamos un evento de tangoqueer feminista con la Colectiva Útera Tanguera, pero decidimos colectivamente cancelarlo por la contingencia nacional y decidimos apoyar la recién convocada marcha en Valparaíso a las 19h. Esa misma noche implementaron el toque de queda desde las 22h tanto en Valpo como en la capital, el cual de manera colectiva no fue respetado y trajo diversas consecuencias.
Desde ese momento hasta hoy han habido protestas cada día en diversas ciudades importantes del país (Arica, Antofagasta, Copiapó, Valparaíso, Viña del Mar, Concepción, Temuco, Valdivia y tantas otras pequeñas ciudades e incluso uno que otro pueblo), las cuales día a día han crecido en masividad hasta entonar como cántico de estadio multitudinario arengando el siguiente gol: “despertó, Chile despertó”.
Entre tanto, el gobierno ha tenido 2 discursos bajo los cuales ha tratado de justificar la provocación propia de una derecha golpista al poner a los milicos en la calle, un suicidio político dramático que reveló total ineptitud de manejo de la situación y, ciertamente, abofetear el slogan dicho con días de anticipación por parte del presidente: “Nuestro país es un verdadero oasis con una democracia estable.”
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Hoy es 17 de octubre de 2020. Vivimos ad portas del aniversario de un momento histórico, de la revuelta a la revolución, en este largo y delgado país llamado Chile. Estamos en plena crisis sanitaria, junto a las crisis sociales, políticas y de derechos humanos que se han agudizado en estos meses. Hay emociones diversas, sobretodo las referentes al origen de la violencia. Por mientras, el gobierno continúa una jugarreta infantil y estúpida de insistir en mantener el status quo simbolizado en la estatua de Baquedano en la plaza Dignidad. Ayer manifestantes la pintaron completa de rojo, hoy amaneció con sus colores grises y negros de pintura fresquita...
