...porque entre las idas, venidas y avenidas, mejor ser luz ida que lúcida.

Diálogo de venturas y a-venturas entre Ojazos y Nariguda

Ojazos anda con pasos cansinos y con mirada perdida en un ocaso de los dioses detiene un momento su ejercicio ocular, cierra los párpados y canta con ritmo de bolero futurista  

el vértigo de las alturas una adrenalina acelerativa mi mirada acuosa y ansiando estrellarme contra el suelo para que se termine esta caída. ¿por qué habrá siempre que estar rearmando las articulaciones? 

Nariguda que casualmente estaba echada en el pastizal entre las flores de colores, escucha ese tumba’o y le responde con un cha cha cha existencialista 

una mirada vítrea ¿qué derramará en su trizadura? ¿humores, mal humores? una caída libre ¿qué liberará en su final? ¿dolores, rebotes? el vértigo no es el miedo a caer. es el miedo a arrojarse 

Ojazos con sorpresa y extrañeza parpadea numerosas veces. Se emociona con ese baile y ya más pacificada tararea el danzón de melancolías  

es una mirada que gotea sabores y sinsabores es una caída de vacíos inter-minables ¿por qué no haber hecho caso a mi miedo de vértigos? y así evitar tener que rearmar mis articulaciones una vez más... pero son tan duros estos huesos que olvidan cómo volar por estos aires sólo me queda el suelo y todavía no lo veo

Nariguda con profética nasalidad hace un estribillo pegajoso siguiendo el son del danzón  

bajo el suelo llegas al centro de la tierra que dicen es muy bonito tocan los mejores djs claro que hace un poquitín de calor. entonces, sigues todo recto y sales a la superficie otra vez de cabeza como ha de empezarse un nuevo ciclo 

Y tras esto, Ojazos se secó los lacrimales por tanto aire, se levantó y siguió su andar dejando de bailar. Queriendo después un poco de velocidad y pensándolo casi sin pensar, tomó a Regina, su fiel seguidora de dos ruedas y prefirió dar vueltas en la ciudad abandonando un rato los bucólicos bosques de horizontes. Recorrió calles angulosas, otras rectas, anchas y estrechas. Se perdió y se volvió de espalda a perder, pero también se le iluminó la mirada y los iris brillaron de sonrisas. En más de un bar se detuvo a refrescar los lentes de contacto y más de un agua temperamental bañó sus lentes de azul paisaje y con protección UV -“es que hacen más suave la luz”-. 

Amaneceres y atardeceres con brisas de comienzos y finales. Un ciclo interminable que al igual que Regina no deja de rodar. Hasta que ya el estribillo sonaba muy repetido y nuevamente con pasos cansinos estaba Ojazos en hojarascas de un árbol ya antes visto. Tratando de dormir un poco, se arrulló a sí mismo con este tanteo de lírica para una cadencia parecida  

el abismo sigue cayendo... y yo sigo esperando estrellarme contra el mundo. mi sentir se sigue derritiendo y no tengo alguien cerca que lo recoja ¿por qué esta soledad en momentos de tanta humanidad? las palabras son tantas veces una mera ilusión... 

Nariguda que siempre atenta percibió con sus “pupilas olfativas” el sabor de una canción que le sonaba conocida y porque por ahí estaba moviendo las caderas, le espetó con una salsa vieja  

no me diga eso que se me parte el corazón como una naranja o un pomelo y después me queda así, todo desgraciado reseco entre la bolsa de la basura mosqueado y las pepas por ahí entre medio del lavaplatos perdidas como las ideas que tengo sobre la vida como las promesas que una le hace al destino no me diga eso, no que me da pena su pena el abismo es un lugar para visitar por pocos días 

Y Ojazos sabía muy bien lo que vacilaba Nariguda. Para no preocuparla más y tranquilizarle sus respiraciones, decidió sentarse y entonar otro poético guaguancó 

ya no hay nada que se parta, ni la tabla de cortar ni la naranja ni el papel con una carta nunca escrita. el abismo se ha transformado en un océano y con estas palabras podría decir lo que me ha pasa’o: (¡aquí se aceleran los bronces y la tumbadora retumba!) “hay cosas que definir, decías. Pero en el monstruo sempiterno del no-saber, ¿cómo entonces dar cuenta de Loadefinir? Me siento andando en un fluido de azares que me llevan a un lugar que no puedo pre-decir. las aguas a veces corren agitadas, otras tranquila-mente, otras me inundan, otras me ahogan… Cuando me siento ahogada, el agua tragada la tengo que sacar. Y ya mis suelos están nuevamente para cultivar. Ahora nado bajo un sol que suaviza mis huesos. Mis articulaciones están en su lugar.” 

Nariguda sintió desconfianza del dicho popular y decidió acercarse a Ojazos. Tañó la guitarra y con rasgueos de cueca sureña zapateó 

dulce chiquilla ¿qué pasa? qué pasa, le dijo una uva joven a una viejita que descansaba sobre una empanada de pino esperando ser devorada por un huaso sin suerte, en una fonda sin fin... usté que era la alegría de mi chat la noto nostálgica, alérgica ¿y si te das una buena sonada y dejas que salgan los mocos del abismo y luego arrojas el pañuelo al río para que ría como antes, como siempre cantarina y tralalá? 

Y desde ese momento, el coro que aquí les traigo y da el mensaje de mi canción, le dio a Ojazos y Nariguda además fortuna y pasión  

“incluso después de los llantos más sublimes hay que siempre sonarse las narices, ¿sabías tú?” 

 -junio 2008-

6 comentarios:

V a l e n t r i n i t y dijo...

cuchilla querida
el abismo no merece su presencia
al abismo hay que dejarlo ahí colgando de la nada, como ropa tendida
que el sol aquiete sus pretensiones

le mando mis bendiciones
y mis dicciones

V a l e n t r i n i t y dijo...

cuchilla,

una pregunta...

se puede cortar un corazón en varios pedacitos, y que siga funcionando después?

la cuchilla dijo...

sí, pero hay que darle tiempo a cada pedacito para que aprenda a funcionar de manera autónoma y no tenga trauma en comunicarse con sus otros pedacitos, si es que necesita colaboración para lo que sea... (arreglar la casa, oranizar una comida, salir de pachanga, etc)

V a l e n t r i n i t y dijo...

pero qué crees tú que sea mejor?
cortarlo en pedacitos y esperar a que aprenda así el trabajo colaborativo y esas cosas, o mejor tener un corazón en duplicado o triplicado?

malditas musas dijo...

Lo que está claro por el entorno en el que vivimos es que lo más saludable para el corazón es vivir sin él.

Besotes
musa

la cuchilla dijo...

bueh, también no estaría mal agregarle un marcapaso al corazón, y así le dejamos la responsabilidad a otros... o no?