...porque entre las idas, venidas y avenidas, mejor ser luz ida que lúcida.

La Couteau 1

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NOTA TRÁGICA DE UN INCIDENTE… (artículo periodístico)

“una tarde cualquiera de un año en blanco y negro”:

A partir del día de ayer se ha iniciado una nueva etapa en la tan conocida serie “Desde el otro lado de la pantalla”.
La dirección de esta vita-producción ha informado que en los estudios Estomakal la antigua protagonista Marlboro no-light ha cedido su existencia a la nueva heroína: Vanja, La Couteau.
Antes una atmósfera contaminada envolvía los alveolos existenciales de un pulmón cansado, la visión ocular buscaba ansiosa un lugar en que el picor no perforara la sensibilidad del cuerpo anguloso y los pasos eran dados como en el trance de una flotante lejanía. Ahora es hora para la culminación de un pasado pegajoso y altamente opresivo. Si antiguamente hablábamos de autodestrucción y neurosis depresiva -así como intelectualismo barato-, el futuro anuncia una imperecedera aniquilación: Vanja, la asesina, la “Cuchillo”…
Los estudios Estomakal han optado por reunir en un solo capítulo a ambas realizaciones y así permitir el traspaso. Si bien todavía no hay indicios de cuándo se hará este estreno carnalmente, por lo pronto podemos conocer el storyboard que la gentileza ha permitido revelar a los medios.
El guionista indica que ambas personalidades se encontrarán en un bar. Marlboro no-light estará bebiendo su enésima cerveza y fumando su infinito cigarro a la vez que en un papel roñoso por el manoseo (su inquebrantable, pero desarmado cuadernillo de notas) estará completando el relato descriptivo que sólo en ese momento podrá finalmente encontrarle un título. Justo en el instante que la sonrisa ilumine sus cariados dientes, por la puerta del bar entrará VANJA, una ex-oficial del servicio de Vertederos Ruso que se acercará a la banda de música del rincón y les pedirá que interpreten un tema de Johnny Cash: Give my love to Rose. Vanja le dedicará esta canción a Marlboro, a quien por casualidad ve más próxima al amplificador. Se acerca y, tras curiosear los garabatos trazados en un papel, ríe a carcajadas por el título de su escrito y, mientras se aleja de la figura patética de la heroína caída, pedirá un trago con la voz aterciopelada que la caracterizará. En este punto, el storyboard cambia radicalmente de letra y dibujo:
La Couteau en un acceso de furia lanza hacia la pared el trago que le dieron y con una violencia calculada, aterciopelada y calmosa indicará “usted no entendió lo que yo le pedí”. Sacará su cuchillo (uno de esos cuchillos callejeros del Bronx o el Harlem de los años '80) y con un fino corte marcará el antebrazo del barman…
Supuestamente hasta aquí está escrito el capítulo, pero sabemos que en algún momento la Cuchillo matará a Marlboro.
Ciertamente, todos los espectadores de este radio-teatro lamentarán la pérdida del romanticismo, pero pronto esperamos poder acostumbrarnos al -ismo que comenzará.

Los estudios Estomakal declararon que la necesidad es partera de la creatividad. Sólo nos queda creerles su palabra...

Vanja... La Couteau: “Oh, demonios, ¿cómo no dejar huellas en mi cuerpo?”

4 comentarios:

Anónimo dijo...

ya era hora!! la estábamos esperando...

salamandra dijo...
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
Consuelo Hayden dijo...

Aunque me lo imagino muy bien en comics, me gustaría verlo en verdad en película, dirigido por alguien bien osado.

Anónimo dijo...

...me quedo con ganas de continuar la historia..

PJ Harvey.
M.& M. Miros-bala & Miros-baba