Desenlace
de aventuras con sentimentales estados.
“Querido
Tzatzyki, sé que llevo un tiempo a destiempo sin poder sentirme ni
sentarme a digerir un par de mis paraulas para que leas mi ánimo, mi
invierno y como Desmemoriada, a veces me repito más de una vez.
El
sol entra por la ventana y a pesar de la resaca cerebral -es que ese
trago estaba dulce demasiado dulce- veo la ventana con aires de calor
que quieren salir de mi habitación. Yo lo lamento, afuera sólo les
espera ese viento demasiado viento que causa dolor en la corteza
terrenal y yo como soy humana demasiado humana prefiero ver cómo la
cortina se quiere mover... La nostalgia por épocas de luchas,
anticipos de revolución y banderas rojas se remonta a mis ancestros
donde el apellido siempre pesa: Kollantai... Pienso en el día de la
Mujer Socialista y creo que mis caminos son interrumpidos por gente
que no entiende lo que yo les pido.
Ah,
qué
suspiro
de
horizontes.
El
vertedero abrió nuevas sucursales, incluso me llamaron para
preguntarme si quería volver a ser oficial de la nueva sede acá en
Villa Comtal, pero me negué como toda oscuridad se niega a cualquier
luz por principio físico y coherencia semántica. Mi hermano postizo
al igual que la Justicia encontrada en una carta en el suelo ya no
volverá a ser observado como un aficionado a la radio comunitaria,
pues en su otra vida espero que esté definitivamente al lado de los
caníbales dejando la inutilidad de ideales hemófagos o licántropos:
eso no alimenta el espíritu.
Además,
el otro día quise distraerme, salir de las frivolidades del diario
aterrizaje, no pintarme las uñas, dejar las botas en casa y aprender
a cantar como un grillo. Fui a la feria de atracciones, donde esa
carpa ya desteñida insiste en hacer reír, sin embargo el circo del
Lanza Cuchillos superó la barrera de sus 30 años luz y el show no
tiene el brillo que en esa nieve impertérrita solía cuando yo era
niña... Mis manos sin
diablo ni razón
se cansan de marcar antebrazos y de repente sólo quiero fumarme un
cigarrillo, pero esa desgraciada de la Cigarrera es un rictus de
fastidio que me inflama el pulmón y me hace toser de alergia.
Tú
sabes, hoy en día no nos podemos permitir estos estados de
contención, nadie es víctima, somos todos culpables. Creo que leeré
el periódico de ayer...”
Someone
was here before me
And
they took the possibilities away
And
in the end i’ve learned nothing
Except
the memory of believing in my own lies
...and
where are you now, my most beautiful lie?
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