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Un
cigarrillo cae a un charco.
-¡Splash!-
El
cigarrillo no cruje ni ninguna brasa se consume, pues estaba apagado.
El cigarrillo está profusamente mordisqueado en la colilla. Una
lengua de lasciva dentadura registra las encías en busca de
amarillentos vestigios
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La
Cigarrera frota sus manos en un ademán nervioso. Los dedos se
envuelven en un apretón de mutua solidaridad.
El
agua salpica al cigarrillo caido
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Uñas
con uñas se buscan afanosas por limpiar ese espacio oculto bajo la
pintura
pink-punk
que prolijamente cada mañana lame las salpicaduras para lograr un
tono uniforme y resistente
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La
Cigarrera no cesa de sacar el sucio bajo sus uñas. Nunca sabe cuándo
parar: no puede ver bajo la pintura.
El
cigarrillo tiene un tono pink-punk
¡Click!-
(El
agua derramada cesa su fluido correr por las paredes del cuerpo de
una ducha. Una figura cuyos contornos trasluce la cortina como un
teatro de sombras se mueve en búsqueda de la toalla amarilla que se
distingue entre vapores de agitación y cansancio. Un suspiro de
inindestinguible aburrimiento rebota entre las cerámicas blancas del
recinto. Un paso, un frote, una cabellera mojada, una piel
enrojecida)
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-¿Qué?
¿Todavía no arreglan esta llave?- La Couteau se da vuelta y con un
fruncido ceño de extrañeza más una mano de precisión regresa a la
ducha, toca la cortina para que no estorbe su decisión y...
“Bola
12 a buchaca izquierda”
Un
estallido de fuerzas entrechocando y dispersándose. El deslizamiento
sonoro esparcido sobre una tela de múltiples cuerpos rodando. Cae la
bola 9, la 14 rebota en el borde, la 8 queda en el centro, la 1 hace
un ángulo curioso. Las otras bolas quedan regadas sobre la mesa en
posiciones de factible posibilidad. La bola 12 con su cinta morada
queda en banda: un golpe difícil para el taco si quiere anotar los
puntos.
“Rayos,
no puse suficiente tiza para evitar el resbalón”
¡ZAS!
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La
Couteau está con la imagen de su cuchillo marcando la cortina, como
reflejo de una perplejidad ligeramente ridícula
click-click-click-click-click-
Comienza
a sentir frío. El vapor se extingue. Una puerta ha sido abierta.
Hay
un cigarillo partido por la mitad en el charco pink-punk de la ducha
contigua.
¡Click!-
Una
lengua recorre los dientes teñidos;
chasquea
la boca y con rictus de paciencia
saca
otro cilindro de nicotina y alquitrán.
“...titular
que alcanzó página entera
por
eso ya te conocen donde quiera...”
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